jueves, 23 de febrero de 2012

La vida es fácil de vivir


La vida es fácil de vivir y de entender, tal cual se pasa. Leí hace poco el libro “La aventura del tocador de señoras” de Eduardo Mendoza y tenía que compartirlo con vosotros por necesidad imperiosa este fragmento. En tiempos de crisis hay que entenderse a uno mismo.

Yo no pertenezco a ningún estrato social. Que no soy rico, a la vista está, pero tampoco soy un indigente ni un proletario ni un estoico miembro de la quejumbrosa clase media. Por derecho de nacimiento pertenezco a lo que se suele denominar la purria.

Somos un grupo numeroso, discreto, muy firme en nuestra falta de convicciones. Con nuestro trabajo callado y constante contribuimos al estancamiento de la sociedad, los grandes cambios históricos nos resbalan, no queremos figurar y no asiramos al reconocimiento ni al respeto de nuestros superiores, ni siquiera al de nuestros iguales.

No poseemos rasgos distintivos, somos expertos en el arte de la rutina y la chapuza. Y si bien estamos dispuestos a afrontar riesgos y penas por resolver nuestras mezquinas necesidades y para seguir los dictados de nuestros instintos, resistimos bien las tentaciones del demonio, del mundo y de la lógica.

En resumen, queremos que nos dejen en paz.