Y me gusta comentar estas conclusiones con los mios.
Como es natural no todos concluimos y/o discutimos de la misma forma y sobre lo mismo.
El problema radica basicamente en la EJECUCIÓN de la conversación en sí.
El tono y si sube de tono hace que los interlocutores escuchemos menos y nos cerremos en banda
y digamos lo mismo sin explicación ampliada. VALORAMOS muy y mucho nuestra idea, nuestra opinion.
Nos importa en demasia y creemos en ella como un verdad suprema, en definitiva nos cuesta MUCHO escuchar.
Y cuando lo que escuchamos no nos gusta o convence intentamos MAS aun imponer nuestras ideas de viva VOZ.
Estamos condenados a vivir solos con nuestras ideas que son nuestras opiniones, porque estas solo nos convencen a nosotros.

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